Cuando llega el tiempo de los relojes blandos,
de las sinestesias a caballo del miedo,
de los barcos sin timón ni rumbo,
de la vendimia de la uva podrida.
El tiempo de la garra y el odio,
de la luz arañada y el sueño sordo
del microcosmos sin macrocosmos
del hedonismo sin referencia ni utopía
Cuando llega el tiempo de la gota roja,
de la muerte negra y del ala rota.
Entonces...
Me abrazo a las olas de cada instante,
empuño el AMOR y la POESÍA
y me abandono al beso brillante
del vocablo inefable de la vida.