Ya quisieran las agujas
detenerse firmemente
y se detienen, no en vano,
se detienen, ya quisieran
para siempre.
Beso el mar que se vacía
tumbado entre espuma,
lo beso,
beso la ausencia,
beso tu orilla,
arena que sueña.
Sangran las rejas
de esta prisión
blanda y adormecida
luces que gimen rojas,
tras la partida.
Romper puedo con todo
¡ay! Pero me rompe la aurora
en que sin ti me devoro.
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