Como la noche, negro
licor,
bestia indómita
de pupilas afiladas,
que no entiende de
extraños
y anida en cualquier
cuerpo.
tu distancia
de luna leve
crea entre la gente
víctimas de tu
recuerdo.
Y es que tu piel
desnuda,
devoradora de soles
e hija del viento,
sauce y amapola,
ola azabache en la Mar
subía en mi barca a la
bella Parca
a acariciar mis manos
a cada golpe de remo.
Y aún hoy te traigo y
te doy en cada beso
a pesar de la locura
que es amarte,
llama que no puedo
ahogar, antigua y eterna
como la noche, negra
sangre de tu sangre.