El sistema dictamina lo que toca hacer en cada momento de la vida
y si más se te hunde el cuello, el sistema más te felicita.
Libertad sí pero sin salirse del sistema.
¡Atención que se escapa del sistema!
Hoy me he levantado y he respirado sistema.
Anoche me emborraché y vomité sistema.
En los pechos de mi enamorada eyaculé y los poblé de sistema.
Desayuné, almorcé, cené sistema...
Di un abrazo de sistema, ¡un abrazo de sistema!
Aplaudí y sonó a sistema...
Y estos versos no se salen del sistema por sistémica prudencia.
Quizá un día se parará el sistema...
Hasta ese día: ¡sistemáticamente, sistema!
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