viernes, 5 de mayo de 2017

Huyendo de mí


Eché a correr, huyendo de mí.
Venían detrás conmigo unas pocas personas amigas, ningún árbol y ninguna flor, mucho cielo y bastantes aves. Entre ellas cormoranes y gaviotas.
Arrojé mi angustia a la Mar.
Ella entonces ya sabía (porque siempre lo supo) que yo un día encontraría mi propio mensaje descorchado (sin saber que fue mío) y obtendría la esperanza de aprender
a Amar como si nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Zaguán 18 de enero