Lágrimas de amor llenan las copas con que brindan mi tiempo y el tibio espacio en el cual no estás.
Mis versos han quedado esparcidos por el piso como hojas de otoño color a vino y sabor a "jamás llega".
Los pájaros que asoman junto al alba entonan su dulce timbre de soledad.
Atardecer junto al agradable temor a ser yo mismo me embriaga más que todas las sábanas aun cuando estas hablen sin verbo por siempre de ti.
Ser la sed y el agua.
Ser la sed.
Ser.
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