jueves, 26 de noviembre de 2020

Busco un corazón, soy urbanita

Busco un corazón, soy urbanita.

Me muevo y te mueves entre telas y entre rejas de anteojos, de cerraduras, de leds y de miseria.

La miseria de quien posee y lo atesora, y la miseria de quien pide vulnerable miseramente.

Firme llevo y llevas la ilusión en la colmena, y es nuestra propia esclavitud,  la misma que del resto, nuestra condena.

Unos creen que son más por ser miseria.

Otros que son menos porque rezan por tener la gran miseria...

Zánganos con sueldo quieren ser también lo que otros sueñan y que les miren con envidia como mirarán hacia ellos los demás cuando lo sean...

El enjambre con su hambre tan resuelta y en tanta pena...

Busco un corazón, soy urbanita

y termino este escrito en una coma,

sábado, 14 de noviembre de 2020

Salud a medias tintas

La llamada distancia social que incluye entre otras muchas disposiciones el uso de mascarilla, conlleva distancia de contacto real entre personas y esto va a acarrear gravísimas consecuencias tanto individuales como sociales.

Y no es una solución válida (ni un mientras) ni un mal menor. Es el error. 

Se ha vuelto a trabajar desde los gobiernos del mundo en esa dirección. Nuestro sistema sanitario no está ni estuvo preparado. La pregunta es ¿lo estará?

Además la salud es hoy día un ente hospitalario. No me refiero teóricamente sino en la práctica. Todos conocemos el concepto de salud de la OMS pero no se tiende a él de manera efectiva. La pregunta para mí es, ¿debe seguir siendo la salud considerada básicamente tan sólo un concepto hospitalo-sanitario desde las estructuras de poder?

Yo creo, y espero fallar en mi pronóstico, que el tiempo por desgracia dirá que estamos equivocando las medidas actuales, aquello que llamamos el mal menor, un día no será tan menor... 

Todo ser humano teme de una forma u otra a la muerte suya o de sus seres queridos. Eso es estar vivo. La opción no consiste en sacrificar la vida como tal.

No hay medias tintas para la salud.


Ti, tu lado

 El amor con minúscula es un chiste con espinas.

¿Qué me puedo hacer con él: un collar de recuerdos, un sueño de hálitos y frustraciones pasajero?

¿O puedo quizás construir la ambivalencia cotidiana apostándola sobre una almohada?

No soy la montaña que esconde tus heridas del pasado ni tampoco el camino.

No quiero tu amor, hermosa mujer y aunque fueses cien veces tú no podrías ser más bella de lo que ya te veo.

y aun así que tú me amares no me sería útil para nada.

No me valdría para alimentar peces

ni para ser cobarde porque no lo soy.

No lograría que yo fuera quien no fui ni siquiera ayer.

No me llevaría a derramar lágrimas porque las mías son de sal.

No temo a la soledad porque yo la soy

y no necesito amarte porque ya te Amo.

lunes, 9 de noviembre de 2020

Quizás

Quizás te encuentre en otra vida vestida de cualquiera llevando tu soltura y tus andares a cabalgar con elegancia por las aceras.

Quizás en un banco amasando, ¿por qué no? Fajos de billetes con desgana.

Quizás te encuentre frente al mar

o quizá me encuentres tú a la sombra del olivo dolorido.

Quizás no sepamos de nuevo que somos lo que fuimos, el retorno del camino sin camino que toca una y otra vez por bien trazarse.

Quizás me beses pues no fue posible en infinitas otras veces aguantarse.

Zaguán 18 de enero