Busco un corazón, soy urbanita.
Me muevo y te mueves entre telas y entre rejas de anteojos, de cerraduras, de leds y de miseria.
La miseria de quien posee y lo atesora, y la miseria de quien pide vulnerable miseramente.
Firme llevo y llevas la ilusión en la colmena, y es nuestra propia esclavitud, la misma que del resto, nuestra condena.
Unos creen que son más por ser miseria.
Otros que son menos porque rezan por tener la gran miseria...
Zánganos con sueldo quieren ser también lo que otros sueñan y que les miren con envidia como mirarán hacia ellos los demás cuando lo sean...
El enjambre con su hambre tan resuelta y en tanta pena...
Busco un corazón, soy urbanita
y termino este escrito en una coma,