La llamada distancia social que incluye entre otras muchas disposiciones el uso de mascarilla, conlleva distancia de contacto real entre personas y esto va a acarrear gravísimas consecuencias tanto individuales como sociales.
Y no es una solución válida (ni un mientras) ni un mal menor. Es el error.
Se ha vuelto a trabajar desde los gobiernos del mundo en esa dirección. Nuestro sistema sanitario no está ni estuvo preparado. La pregunta es ¿lo estará?
Además la salud es hoy día un ente hospitalario. No me refiero teóricamente sino en la práctica. Todos conocemos el concepto de salud de la OMS pero no se tiende a él de manera efectiva. La pregunta para mí es, ¿debe seguir siendo la salud considerada básicamente tan sólo un concepto hospitalo-sanitario desde las estructuras de poder?
Yo creo, y espero fallar en mi pronóstico, que el tiempo por desgracia dirá que estamos equivocando las medidas actuales, aquello que llamamos el mal menor, un día no será tan menor...
Todo ser humano teme de una forma u otra a la muerte suya o de sus seres queridos. Eso es estar vivo. La opción no consiste en sacrificar la vida como tal.
No hay medias tintas para la salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario