Como el amor que pone a trabajar sobre la tierra a quien rescata en una noche sin luna ni brillo artificial sentí tu espada.
Como el verbo que permite que amanezca un sol e ilumina así una oración y la palabra, no puedo yo ya ser yo pues "yo" ya es nada.
No puedo yo ser tú pues tú la espada.
Podemos ser los dos,
podemos ser los dos la luz en calma.