Llueven pétalos de crisantemos
sobre la cópula de un cuervo que no sabe volar
y la tierra que palpita abierta por el vientre.
Es el funeral del tiempo roto en mil pedazos.
No es otra cosa que el festival infecundo de la vida,
que el dolor resquebrajándose a sí mismo.
El abismo que separa dos realidades tan loables como distintas.
¿Enseñanza o aprendizaje? Este es el dilema.
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Baile del viento, palmadas de los árboles en tono ocre.
¡Ejem!
ResponderEliminarUn comentario muy completo, fuera de bromas, en serio. :D
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