El retorno a esta luz de cristal,
el fuego y la sombra, la lucha.
Carcasa para el dolor de existir
en una realidad fuera y dentro.
Reconocer la fragilidad de un ángel
y que las alas no se necesitan para volar.
Viendo más allá de los sentidos,
equivocando guerras, amando la luz,
no esta luz, sí la luz.
Extraño temor a ser dañado
cuando alguien daña el mundo.
Ser una fuente de la que manan sueños,
recuerdos inalcanzables de la comprensión suprema.
A ellos no se puede retornar jamás ahora.
Creer simplemente creer, saber desde siempre
que se está en lo cierto, incomprendido, inexplicable.
Afán por crecer, pero no de este modo
rodeado de tantas hienas y vampiros dolidos de antemano,
depredadores que desconocen que este Sol no es.
Reconocer a un igual, potencialidades energéticas
capaces de levantar un huracán y de construir praderas,
de guiar existencias, de explotar: pequeños big-bans, universos, magia.
Gigante broma, hacer reír, nada aquí es serio sino todo.
Por esto nada. Romper, romper, romper y sobre todo construir.
viernes, 12 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
-
Tu luz semana a semana iba y va luego por sorpresa y de madrugada probablemente de una patada rajaste el sostén de tu mamá. El tiempo extrañ...
-
Estamos aquí para abrazarte probablemente sin tocarte Estamos aquí para cuidarte y darle voz a tu dolor. Bendita locura que como un ángel de...
-
Baile del viento, palmadas de los árboles en tono ocre.