El mar está encerrado en una caracola
a la que vienen a dar verdadades y purezas
que logran ser su orilla.
Ruge la historia como un cabrito herido.
Y el sol entre montañas de pecado
perpetúa su propio sueño de vida.
Existen relojes blandos
y los narcotraficantes del amor
asolan las mentiras,
No hay fronteras, solo luz,
aún casi muerta.
todavía dolida.
Cada fuego se apaga
pero siempre hay una llama
que permanece encendida.