miércoles, 7 de diciembre de 2011

Somos

Final inequívoco del tiempo fraccionado, del hombre y su costumbre
de la mar y de las horas, del amar y de las olas.
Remolino insondable que perpetúa la yerba que devora.
Rocío inobservable y eternamente bello,
y si no estamos: eternamente horrible y su contrario.

Naturaleza henchida: hechizo del ahora,
visión de no ser vista, de niebla en el oído,
pequeña necedad que se contempla como viva
sin ojo ni oído que la detenga y la contemple.

Somos la gota de rocío,
los ojos que asemejan un árbol a la vida.
Somos el remolino del ahora,
el mar y su costumbre,
el hombre fraccionado,
el tiempo que equivoca la piel con el amor...
La belleza.

Por quien florece

No está en mi.mano impedir que talen el bosque sin embargo sí puedo plantar semillas