martes, 23 de abril de 2019

Tan la vida

Cuerpos de urbe que van al asfalto y a la Residencia
Suspirando sobre un celular sin células
Con su móvil inmóvil en las manos, con sus pies en otra parte.
Muerte, capitalismo, prehistoria del ser.

Dormidos (y yo con todos) ante el gigante que les pisa
que cita sus ombligos, corrige las auroras, enrojece fuerte los crepúsculos olvidados

Esperando a ver (por usar algún verbo) quién les republica en las redes...

Yo, por mi parte, me duermo en la República independiente de tus ojos
En tu estrella
Tu sonrisa

Y no nos salva el amor ni de la fosa
ni de la vida tan común y sorpresiva
Tan inquieta, tan rebelde
Irreverente...
Tan piadosa
tan mortal
tan bonita
tan la vida.

viernes, 12 de abril de 2019

Que soñemos que volamos

Que no echemos de menos al filo de la muerte los momentos que anhelamos,

tampoco quememos los barcos como si no hubiera un mañana

pues para seguir navegando

con nuestras velas bien firmes

se precisa de un velero cuidado

y de la bandera del AMOR,

la vela motriz de la consciencia que tan bien nos representa.

La popa de la amistad y la proa de la sonrisa.

La bañera de los sueños, las quimeras, las utopías,

la quilla de las certezas.


Que no se te levante el llanto

si no levantaste el canto

que se te mueran las penas

que baile todo el teatro

que soñemos que volamos.

martes, 9 de abril de 2019

Por afirmar razones


Voy en tu sueño navegando
como un velero popa al viento,
tus ojos caminan mi sangre
y yo flotando.

La luna rota en el cielo
con su grito blanco.
Mientras ya es mientras
y dejó ya de ser cuándo. 

Cabalga lejana la angustia,
hermana del ser.
Todas las ventanas nos aman
cuando nos miramos.

Por parar un pero hubo: haber parado.
Por afirmar razones: yo soy tus labios.

Para el ser

La impotencia nos la traza la vida en un dibujo sin nombre.
Gotas de amor adolescentes y tercas q vamos del cielo al charco,  viceversa.
Primaveras q caen al mar donde son pero no son.
Sueños de luz que lucen a su manera al fin y al cabo.

El infinito que se muerde a sí mismo para el ser y la finitud.

Zaguán 18 de enero