Que no echemos de menos al filo de la muerte los momentos que anhelamos,
tampoco quememos los barcos como si no hubiera un mañana
pues para seguir navegando
con nuestras velas bien firmes
se precisa de un velero cuidado
y de la bandera del AMOR,
la vela motriz de la consciencia que tan bien nos representa.
La popa de la amistad y la proa de la sonrisa.
La bañera de los sueños, las quimeras, las utopías,
la quilla de las certezas.
Que no se te levante el llanto
si no levantaste el canto
que se te mueran las penas
que baile todo el teatro
que soñemos que volamos.
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