Camino del Mar
tus ojos me acompañan,
pesan amablemente,
no como pesa el corazón algunas mañanas
sino amablemente...
Así como pesan las pestañas cuando se quieren cerrar por cansancio y siguen tan hermosas, tan cercanas.
Tus ojos me acompañan
pero nunca son los ojos los que aman,
es la mente en su reflejo: la mirada
y siempre el gesto.
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