sábado, 30 de septiembre de 2017

No te ancles

No te ancles al pasado
No te ancles a recuerdos caducados,
maldolientes y malolientes
que hieden a alcantarillado.

No te ancles
garetea con tu velero
que es tu templo y tu tesoro.

Aquellos fondos de musgo, de barrizal, de lodo espeso, de alguer oscuro quemado fueron hechos para otros.

Tu ancla forjada en plata se hizo pa' lindos mares de roca y de corales
rojitos como tu sangre.

No apagues tu sombra en sombra.
¡Por todo el infierno pasado!
No eres tú, ya no.
Tú eres la luz del presente,

No te ancles, ¡por Dios! No te ancles.
Por la aurora y por la noche no te ancles que vales más que los cielos.
Valora tanto que vales.

sábado, 2 de septiembre de 2017

Soy ciudad...

Soy ciudad
Soy campo acorralado, sol embotellado, cemento gris.
Soy el árbol desanimado y cansado que le cuesta respirar contaminándose.

Soy ciudad.
Un canto desalentado. El camino sin camino entre carreteras y aceras entre semáforos que ni esperan ni se retrasan por ti.

Soy ciudad.
Proyecto mi variedad de monotonías en desahogo nocturno.
Inquietudes que atracan en bares donde tantos marineros naufragados y tantas sirenas pretenden amistad o plenitud a su vacío.

Soy ciudad.
Soy compraventa de emociones y de superfluas e  innecesarias necesidades;  aburguesadas comparativas en auge desnaturalizado.

Soy intercambio de envases, soy un producto, soy un vil y triste producto, manipulado. El cual se  cambia por papeles estatales, “esta cuales”.

Soy ciudad.
¿Hasta cuándo?


Zaguán 18 de enero