Hace
tanto que no le pongo nombre a nada...
Me estoy asomando a tus ojos, tantas veces de color esperanza, a veces de un peculiar tono mezcla de sonrisa, dulzura y relajada desconfianza.
Me estoy asomando a tus ojos, tantas veces de color esperanza, a veces de un peculiar tono mezcla de sonrisa, dulzura y relajada desconfianza.
Tras asomarme a
ellos siento un vértigo como de túnel y además también me veo a
mí.
Hoy
lloro
mientras
escribo esto y nadie
me ve.
Tantas
personas creen que no hay dolor bajo la amable luz que proyecto.
La
mayoría jamás sabrá de la oscuridad sin fondo que atravesé por
y para
ser así.
Mientras
tanto
lloro
también por saber que mis lágrimas salen para dejarte hueco a ti, pases
o no pases te están dejando hueco a ti y esto me hace llorar
desconsoladamente.
Algo
pesaba mucho tiempo ha...
Mi
llanto se sustenta en una congoja sin pena que
no acarrea
tristeza,
es
más,
creo que este
río de lágrimas dulces tiene
mucho que ver con haberme mirado
en tus pupilas y con
la impresión y la sorpresa de saberme cómplice y también
resistirme a serlo...
A veces uno siente que está entrando en un sendero en el que nadie ha trazado flechas azules y sea lo que sea no puede más que recorrerlo con todo el paso y el peso del corazón que ello conlleva y requiere
A veces uno siente que está entrando en un sendero en el que nadie ha trazado flechas azules y sea lo que sea no puede más que recorrerlo con todo el paso y el peso del corazón que ello conlleva y requiere
y además sin documentos.
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