La noche camina en mí.
La noche camina.
Y existe abril.
¡Existe abril!
El queso que tomamos, la leche que bebemos se debe a animales que sufren durante toda su vida un encierro en fábricas en las que son maltratados, explotados y apartados se sus familias. Es mejor verlos como un producto para muchos. Así no duele. Pero es sufrimiento y explotación. Se puede hacer lo mismo de otra forma.
Es una realidad. Nos alimentamos de crímenes y destrucción animal y vegetal. Yo considero que es mejor vivirlo tal cual y saberlo y considerarlo pues es real. Es contraproducente vivir de espaldas a dicha realidad.
Verlo quizá nos permita aprovechar la vida en beneficio mutuo y respetar a los demás seres a pesar de nuestro poder como ápice en la escala alimenticia.
Cuanto más cerremos los ojos peor serán los crímenes hacia los animales, más inhumanos y de un mayor maltrato durante toda su vida... Y peor por ende, nuestra alimentación, y por tanto nuestra propia alienación. Tenemos ejemplos múltiples como el de las vacas locas...
Nos hará mejores como especie el respeto por la vida y la naturaleza a pesar de la muerte que conlleva y no la consecución sin escalada del capital por el capital... Poder y jerarquía serían sólo humo de la destrucción...
Propongo un brindis por las palabras que se quedan en la tinta, o en las nubes rotas de la pantalla, y otro brindis grande por aquellos versos que brotan como pétalos de margarita. Pero sin duda, levanto mi copa al cielo por aquellas estrofas que se entretejen a los hilos de las prendas que arropan a las mujeres bellas.