lunes, 20 de diciembre de 2010

Procreación y antítesis

Después de los besos
las ciudades son reflejos de un reflejo.
Tapar los ojos con bragas rotas
vistiendo con labios las calles de rojo.

Arquear el ceño, abrazar abismos
y bajo la almohada encontrar
flores, chocolate y olas.
Tesoros hambrientos.

El silencio no alumbra
ni la tumba que cavamos
comparte su espacio
ni escupe otro nombre.
Arcillas remotas.
Escopetas sin saldo.
Las penas bien flotan
a orillas del llanto.

Antes de los besos
remotos,
la lluvia y los dedos
carecen de huesos
y el viento y las nubes
suben.
Desequilibrios.
Certeza.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Cicatriza el ciclo rojo de la vida,
en su amarillo tibio y sincero,
Los adjetivos vuelan cargados de luz
Y con aquel velero muere un verbo.
Las olas traen presente y mar
Recogen cuando se van... Silencios.

Una gaviota, ¿qué sabrá una gaviota?
¿Qué no sabrá? Sal y tiempos pretéritos.
Me visita un fantasma de arcilla y humo.
Observa conmigo el horizonte,
y a veces me mira con sus ojos huecos.
Letargo otoñal, vibrante, terroso y azul.

El aire se puede masticar esta mañana.
Puedo mirar al sol como su hijo.
Perplejas las nubes, cómplices,
toleran con su indulgencia
mi descaro verde, mi atrevimiento.

Por quien florece

No está en mi.mano impedir que talen el bosque sin embargo sí puedo plantar semillas