La gente no tiene tiempo para armar el amor y la poesía
y los arma y levanta su corazón de cascarón de nuez contra marea
y saca del fondo del ropero cien olas de ilusión colmadas de amapola.
La gente no tiene tiempo para hablar de la verdad
y la construye amablemente cuando ayuda, cuando mira dentro de los ojos de los otros y comprende.
La gente no tiene tiempo pero tiene tanto que decir
que suele presumir de no ser gente.
lunes, 30 de septiembre de 2019
lunes, 23 de septiembre de 2019
Lejana/mente
Tus finos labios de rosa pálido y tus ojos tras sus rejas de gallo en cresta tiemblan cuando me miras más que la sombra de una candela.
Tocarte trae el temor de quebrar el cielo.
Decirte viento es arrastrar tu pensamiento hasta otra orilla.
La firme lejanía de tu ego te esposa y te impide ser presencia.
A mí ya no me quedan demonios que prestarte.
Quizá debas buscar cobijo en otra sombra.
Yo soy el amor que ya no anhela.
Tocarte trae el temor de quebrar el cielo.
Decirte viento es arrastrar tu pensamiento hasta otra orilla.
La firme lejanía de tu ego te esposa y te impide ser presencia.
A mí ya no me quedan demonios que prestarte.
Quizá debas buscar cobijo en otra sombra.
Yo soy el amor que ya no anhela.
domingo, 22 de septiembre de 2019
El Marítimo
Una gaviota trae silencio, sus alas grandes y mudas son ahora su propio viento.
Padece como todos la sed que el otoño, pardo como cada año, arrastra.
El mar reza borregos frente a su canto de arena y selva bajo un tímido perfume de lenguas calmas pero inquietas.
Las aceras, para no ser menos pretenden trepar hasta los balcones y erguirse en su ingenuo e insolente afán de teñir de gris los tejados y las horas.
Interrogantes y quitasoles y sombrillas cantan junto a los paseantes,
unos airean su triste tristeza que casi ya ni sueña,
otros llevan su amor y sus prendas que serán tierra y hoguera al caer la noche.
Unos la algarabía, otros rostro y secreto,
algunos también ejercicio y promesa.
El crepúsculo se agazapa tenue, lento
como si fuera una inmensa molla de pan que se encoge mientras espera el abrazo furtivo y monótono que trae la noche.
Yo, por mi parte, le muerdo al tiempo y le araño versos
y le araño versos pero sin pero
pero sin pero.
Padece como todos la sed que el otoño, pardo como cada año, arrastra.
El mar reza borregos frente a su canto de arena y selva bajo un tímido perfume de lenguas calmas pero inquietas.
Las aceras, para no ser menos pretenden trepar hasta los balcones y erguirse en su ingenuo e insolente afán de teñir de gris los tejados y las horas.
Interrogantes y quitasoles y sombrillas cantan junto a los paseantes,
unos airean su triste tristeza que casi ya ni sueña,
otros llevan su amor y sus prendas que serán tierra y hoguera al caer la noche.
Unos la algarabía, otros rostro y secreto,
algunos también ejercicio y promesa.
El crepúsculo se agazapa tenue, lento
como si fuera una inmensa molla de pan que se encoge mientras espera el abrazo furtivo y monótono que trae la noche.
Yo, por mi parte, le muerdo al tiempo y le araño versos
y le araño versos pero sin pero
pero sin pero.
martes, 10 de septiembre de 2019
Granada
Granada,
a tus aceras las persiguen arroyos de luz.
Entre
piedras y entre sombras, Granada, te mueves tú.
Granada,
verso,
Granada, inequívoco palacio nazarí,
Granada, inequívoco palacio nazarí,
vagabunda
y profeta, Granada.
Asceta
y desnuda,
del
verbo al amor,
dulce y amarga tiniebla
en vendimia del aire del Sur.
domingo, 8 de septiembre de 2019
Nadie puede comprender el mar
Lágrimas de amor llenan las copas con que brindan mi tiempo y el tibio espacio en el cual no estás.
Mis versos han quedado esparcidos por el piso como hojas de otoño color a vino y sabor a "jamás llega".
Los pájaros que asoman junto al alba entonan su dulce timbre de soledad.
Atardecer junto al agradable temor a ser yo mismo me embriaga más que todas las sábanas aun cuando estas hablen sin verbo por siempre de ti.
Ser la sed y el agua.
Ser la sed.
Ser.
Mis versos han quedado esparcidos por el piso como hojas de otoño color a vino y sabor a "jamás llega".
Los pájaros que asoman junto al alba entonan su dulce timbre de soledad.
Atardecer junto al agradable temor a ser yo mismo me embriaga más que todas las sábanas aun cuando estas hablen sin verbo por siempre de ti.
Ser la sed y el agua.
Ser la sed.
Ser.
martes, 3 de septiembre de 2019
Llorar tus anhelos yo quisiera
Llorar, queridísimo septiembre tus anhelos yo quisiera.
El verano deja calvas en tu orilla, nostalgía en tus aceras.
La playa que fue alfombra se vuelve penumbra con ojeras.
Ya quisieran ser tu lluvia también los niños en las escuelas.
Jamás, septiembre, y tú lo sabes, acaba lo que no empieza.
El verano deja calvas en tu orilla, nostalgía en tus aceras.
La playa que fue alfombra se vuelve penumbra con ojeras.
Ya quisieran ser tu lluvia también los niños en las escuelas.
Jamás, septiembre, y tú lo sabes, acaba lo que no empieza.
lunes, 2 de septiembre de 2019
Una de las infinitas maneras
Feliz el verso que al soñarte se anuda a tus ojos y da volteretas hasta formar una de las infinitas maneras que existen de besar
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Tu luz semana a semana iba y va luego por sorpresa y de madrugada probablemente de una patada rajaste el sostén de tu mamá. El tiempo extrañ...
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Estamos aquí para abrazarte probablemente sin tocarte Estamos aquí para cuidarte y darle voz a tu dolor. Bendita locura que como un ángel de...
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