lunes, 23 de septiembre de 2019

Lejana/mente

Tus finos labios de rosa pálido y tus ojos tras sus rejas de gallo en cresta tiemblan cuando me miras más que la sombra de una candela.

Tocarte trae el temor de quebrar el cielo.
Decirte viento es arrastrar tu pensamiento hasta otra orilla.
La firme lejanía de tu ego te esposa y te impide ser presencia.

A mí ya no me quedan demonios que prestarte.
Quizá debas buscar cobijo en otra sombra.
Yo soy el amor que ya no anhela.

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