Fui con galones al mar, pero desnudo,
me los puso una estrella
una noche de otoño de rescate militar
en que conocí a un ángel dentro de un hospital.
Crucé el purgatorio y pisé fuerte el infierno,
volví como un tal luzbel de nuevo a la tierra
pero no hubo forma de suplicarle a ningún dios ni piedad ni clemencia
y volví a mi sitio en los infiernos donde me esperaban amable-mente.
Así que tras años en el purgatorio
besando, amando, sufriendo
visitando de cuando en cuando batas con alas de ángeles rodeados de demonios y de sí mismos.
Visitas al averno…
y al haber no comprendido por tanto el fundamento de mi existencia
fui de vuelta a lo más profundo de los fuegos…
pero esta vez por escaso tiempo, si es que el tiempo allí existe…
De repente un día
como si nada,
tras mucha lucha,
se abrió la tierra y volví a nacer
desnudo pero vestido
y así todo acabó al fin
precisamente donde todo empieza.